Es un principio físico que afirma que:
«un cuerpo total o parcialmente sumergido en un fluido en
reposo, recibe un empuje de abajo hacia arriba igual
al peso del
volumen». Esta fuerza recibe el nombre de empuje hidrostático o
de Arquímedes, y se mide en Newton(en
el sí). El principio de Arquímedes
se formula así:
Donde es el empuje , ρf es
la densidad del
fluido, v el «volumen de fluido desplazado» por algún cuerpo
sumergido parcial o totalmente en el mismo, g la aceleración de la gravedad y m lamasa,
de este modo, el empuje depende de la densidad del fluido, del volumen del
cuerpo y de la gravedad existente en ese lugar. El empuje (en condiciones
normales y descritas de modo simplificado) actúa verticalmente hacia
arriba y está aplicado en el centro de gravedad del
cuerpo; este punto recibe el nombre de centro de carena.
Los fluidos se definen como
aquellas sustancias que son incapaces de resistir esfuerzos cortantes. Cuando
sometemos un cuerpo sólido a la acción de un sistema de esfuerzos cortantes,
experimenta una deformación bien definida; por el contrario, los fluidos se
deforman continuamente bajo la acción de los esfuerzos cortantes. De una forma
muy general, podemos clasificar los fluidos de acuerdo con la relación
existente entre el esfuerzo cortante aplicado y la velocidad de deformación que
se produce en el fluido en: newtonianos y no newtonianos (Espinosa & Vera, 2014)
Fluidos reales
Cuando un elemento de fluido se mueve
respecto a los elementos contiguos, este movimiento es obstaculizado por la
existencia de esfuerzos tangenciales o cortantes que tienden a disminuir la
velocidad relativa del elemento considerado con respecto a los elementos
contiguos. Entonces se dice que el fluido es viscoso, y el fenómeno recibe el
nombre de viscosidad.
Podemos considerar la viscosidad como
una especie de rozamiento interno en los fluidos, en virtud del cual aparecen
esfuerzos cortantes sobre la superficie de un elemento de fluido en movimiento
relativo respecto al resto del fluido. Tanto los líquidos como los gases
presentan viscosidad, aunque los primeros son mucho más viscosos que los
segundos
Además de esto los fluidos reales
también poseen una cierta compresibilidad (los fluidos pueden dividirse el dos
tipos compresibles e incompresibles)
Los fluidos newtonianos, están
basados en la ley de newton de los fluidos y que dice que el esfuerzo
tangencial es proporcional a la tasa de variación de la velocidad, con una alta
influencia de la temperatura, en otras palabras obedecen a un cambio en la
viscosidad, newtonianos: agua, aceites.
Los que no la cumplen se llaman no
newtonianos, no newtonianos: seudoplasticos, elastómeros, resinas, gelatinas,
etc.
Fluido newtonianon fluido newtoniano es
un fluido con viscosidad en que las tensiones tangenciales de
rozamiento son directamente proporcionales al gradiente de velocidades.
Un buen número de fluidos comunes se comportan como fluidos newtonianos bajo condiciones normales de presión y temperatura: el aire, el agua, la gasolina y algunos aceites minerales.
Un buen número de fluidos comunes se comportan como fluidos newtonianos bajo condiciones normales de presión y temperatura: el aire, el agua, la gasolina y algunos aceites minerales.
Viscosidad
es el rozamiento interno entre las capas de fluido. A causa de la viscosidad, es necesario ejercer una fuerza para obligar a una capa de fluido a deslizar sobre otra.
es el rozamiento interno entre las capas de fluido. A causa de la viscosidad, es necesario ejercer una fuerza para obligar a una capa de fluido a deslizar sobre otra.
Ley de la viscosidad de newton
Al comienzo hemos definido los fluidos
como aquellas sustancias que son incapaces de resistir esfuerzos cortantes. Cuando
metemos un cuerpo sólido a la acción de un sistema de esfuerzos cortantes,
experimenta una deformación bien definida; por el contrario, los fluidos se
deforman continuamente bajo la acción de los esfuerzos cortantes.
Cuando deseamos calcular el esfuerzo
cortante en un fluido, resulta ciertamente deseable formular una expresión de
la velocidad de deformación dα/dt en función de magnitudes más fácilmente
medibles.
Los movimientos de circulación de los
fluidos se pueden dividir en dos tipos:
1. Movimientos laminares, o de poiseuille, que son flujos regulares en los que la masa fluida está formada por filetes yuxtapuestos, perfectamente individualizados, en los que las superficies libres son lisas y unidas; en realidad sólo se dan en algunos casos muy particulares o en fluidos muy viscosos; el número de Reynolds en flujos por el interior de tubos es inferior a 2.000. Debido a esas fuerzas viscosas las velocidades del fluido en una sección perpendicular a la corriente no son iguales, pues existe un rozamiento interno.
2. Movimientos turbulentos, o
hidráulicos, en los que los filetes líquidos se entrecruzan no conservan su
individualidad; las superficies libres son turbulentas y estriadas, y son los
movimientos que con más frecuencia se presentan en la práctica.
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